Durante varios años me encargué del diseño y la maquetación de la revista CVB, una colaboración prolongada en el tiempo que me permitió desarrollar una línea editorial coherente, visualmente atractiva y adaptada al contenido de cada edición.

Mi trabajo consistía en dar forma a cada número respetando la identidad de la publicación, combinando estructura y creatividad para lograr un diseño funcional, pero con carácter propio. A lo largo de este periodo, diseñé y maqueté secciones fijas, artículos especiales, entrevistas y contenidos variados, cuidando siempre la legibilidad, la jerarquía visual y el equilibrio entre texto e imagen.

Con el paso del tiempo, el diseño de la revista fue evolucionando, incorporando nuevas soluciones gráficas, ajustes tipográficos y una narrativa visual cada vez más refinada. Presté especial atención a los detalles: márgenes, blancos, estilo fotográfico, uso del color y ritmo editorial, buscando que cada número fuera una pieza consistente pero con personalidad.

Aunque aquí solo muestro algunos ejemplos, este proyecto fue mucho más amplio y constante, basado en la confianza, la profesionalidad y el compromiso con los plazos.

Trabajar para CVB fue una experiencia enriquecedora que me permitió crecer como diseñadora editorial y afrontar cada edición como un nuevo reto creativo.

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